Los elastómeros termoplásticos (TPE) de KRAIBURG TPE no sólo están presentes con su alta calidad en muchos usos de nuestra vida cotidiana, como en cepillos de dientes, maquinillas de afeitar, componentes de la industria del automóvil, etc., sino que además se emplean en numerosos sectores de importancia sistémica, para los cuales ya se han tornado imprescindibles. La actual pandemia de coronavirus entraña crecientes retos, sobre todo para el sistema de salud y protección social. Hoy se necesitan con urgencia aplicaciones médicas como válvulas, conectores y mangueras de respiradores, pero también simples bandas elásticas para sujetar las mascarillas de protección respiratoria

Para esto se utilizan los compuestos especiales pertenecientes a las líneas de productos THERMOLAST® M y THERMOLAST® K. Particularmente los compuestos médicos de la serie THERMOLAST® M se destacan por su alto nivel de pureza, que se ve garantizado, por un lado, por un proceso de fabricación consistente realizado en equipos de producción propios y asignados de manera fija y, por el otro, por los numerosos controles de calidad.

Dada la actual situación, KRAIBURG TPE ha decidido aumentar la capacidad de producción para estos materiales y otorgar la máxima prioridad a su fabricación. Desde luego, también se adaptaron y optimizaron los procesos internos a fin de proporcionar una adecuada protección a los empleados. Con el propósito de lograr una capacidad de producción eficiente y estable, se incrementaron los niveles de stock de las materias primas correspondientes.

El abastecimiento de las materias primas también se controla diariamente para poder ofrecer una producción continua con el habitual nivel de calidad constante y fiable. Todo esto garantiza un suministro rápido y seguro de compuestos de TPE, que permite satisfacer la creciente demanda mundial de las más diversas aplicaciones médicas.

La empresa alemana BaS Kunststoffverarbeitung GmbH, por ejemplo, ha decidido usar su capacidad para luchar contra la COVID-19. En lugar de seguir fabricando piezas destinadas a la industria del automóvil y al sector eléctrico/electrónico, esta firma con sede en la localidad de Eslarn ha comenzado de inmediato a producir mascarillas buconasales reutilizables para servicios sociales y consultorios médicos. Esto ha sido posible, entre otras cosas, por la complementariedad y la estrecha cooperación con KRAIBURG TPE.

Tras la construcción de un modelo 3D por parte de BaS, la empresa Rietsch GmbH elaboró el herramental necesario para fabricar las mascarillas. Gracias al trabajo de planificación anticipada KRAIBURG TPE pudo suministrar en un breve plazo los compuestos requeridos para la producción, de manera tal que pocos días después estuvo lista la primera pieza de muestra en la línea de fabricación de Eslarn. Hoy la producción diaria ya alcanza las 1500 mascarillas con filtro de protección respiratoria.

La particularidad de este sistema radica en su estructura modular, compuesta por una media mascarilla lavable y un elemento filtrante reemplazable. La mascarilla plástica puede limpiarse de forma muy sencilla (por ejemplo, en un lavavajillas) y luego volver a utilizarse con un nuevo filtro.

"Para la mascarilla de BaS se utilizó un material nuestro denominado TF5CGN. Es apto para el contacto con alimentos, puede limpiarse con mucha facilidad y ofrece una agradable suavidad en su superficie. La mascarilla se ajusta entonces bien a la cara", explica Matthias Schmidt, director comercial para el área médica en KRAIBURG TPE. "Se trata de una de las tantas aplicaciones destinadas a mascarillas que se han materializado durante el último tiempo con nuestros TPE. Lo que nos alegra especialmente de este proyecto es la interconexión solidaria de todas las empresas involucradas. Gracias a la rápida puesta en práctica, las residencias geriátricas locales y regionales, los servicios asistenciales ambulatorios y los consultorios médicos reciben una rápida ayuda para poder volver a actuar de manera segura y protegida en la crisis del coronavirus."