A la hora de decidir sus compras, los consumidores asignan cada vez mayor valor a la seguridad y la inocuidad de los productos y materiales. Por lo tanto, los fabricantes deben cumplir las normativas nacionales e internacionales con respecto a la seguridad de los alimentos. Para dar respuesta a esta necesidad a nivel global, KRAIBURG TPE amplía ahora su oferta de elastómeros termoplásticos destinados a aplicaciones que entran en contacto con alimentos. Introduce así una serie denominada Food Contact TPE, que se incorpora a la familia THERMOLAST® K.

Se puede observar un cambio en el comportamiento de los consumidores: al comprar productos y materiales, las clientas y los clientes de hoy toman decisiones informadas sobre la seguridad y los beneficios para la salud, de manera tal que asumen la propia responsabilidad por su bienestar. Este cambio no ocurre por casualidad. En la industria manufacturera y de bienes de consumo, un reto importante está constituido por los compuestos y materiales que generan emisión de sustancias. Esto explica la creciente popularidad de la que gozan materiales como los elastómeros termoplásticos (TPE) especiales, que pueden utilizarse en contacto con alimentos sin preocupación alguna. El cambio en cuestión tiene amplias consecuencias para los fabricantes, que —a fin de ganar más clientes— se ven obligados a ajustarse a las normativas nacionales e internacionales relativas a la seguridad de los alimentos. Aquí entra en juego KRAIBURG TPE, un fabricante de productos de elastómeros termoplásticos y soluciones específicas para cada cliente: con un campo orientado a las más diversas aplicaciones de consumo y una actividad desarrollada a nivel mundial, ofrece TPE que entran en contacto con alimentos de manera inocua y cumplen las correspondientes normas de seguridad.

Dentro de la gama de Food Contact TPE, destinada a aplicaciones que entran en contacto con alimentos, resulta novedosa una solución de materiales para productos cotidianos de consumo. La serie cumple todas las normas estrictas, como el Reglamento (UE) N° 10/2011, la norma china GB 4806-2016, el Título 21 del Código de Regulaciones Federales (CFR) de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) y la norma UNE-EN 71-3 de seguridad de los juguetes. Sus características también incluyen la adhesión a PP, la fluidez optimizada y un rango de dureza Shore A de entre 30 y 90. Los materiales pueden procesarse fácilmente mediante métodos como inyección, extrusión o impresión 3D. Por otra parte, dado que no contienen aditivos de origen animal, metales pesados, ftalatos, bisfenol A ni látex, los compuestos de la serie de TPE dirigidos al uso en el sector de los alimentos son aptos para la fabricación de productos sostenibles.

"Para los fabricantes de bienes de consumo, hoy en día es fundamental garantizar la seguridad de los consumidores", explica Lee Jia Yin, desarrolladora de productos en KRAIBURG TPE. "La nueva serie de elastómeros termoplásticos de KRAIBURG TPE, apta para aplicaciones que entran en contacto con alimentos, satisface los requisitos en cuanto a seguridad de los alimentos y cumple el reglamento relativo al registro, la evaluación, la autorización y la restricción de las sustancias y preparados químicos (REACH), así como la directiva sobre restricciones a la utilización de determinadas sustancias peligrosas (RoHS) y lo establecido en la lista de sustancias extremadamente preocupantes (SVHC). La suavidad al tacto y las buenas propiedades en tal sentido de la nueva serie de compuestos son excelentes para bienes de uso doméstico, envases para alimentos y artículos para el cuidado personal, maquinillas de afeitar, cepillos de dientes, juguetes y otros productos."

Los compuestos, disponibles en versión natural y traslúcida, pueden ser sometidos a una coloración previa en el ámbito interno de la empresa, lo que permite implementar una gran cantidad de soluciones diferentes para los productos.